¿Comprar antigüedades o juguetes de antaño, mangos formoseños, todo tipo de especias, patés patagónicos o tomarse un café de algún país exótico? Todo eso es posible en un solo lugar: el Mercado de San Telmo. Por increíble que parezca todavía se conserva en Buenos Aires el espíritu de los primeros mercados.
A minutos del Obelisco, de fachada típicamente italiana e interiores amplios, el Mercado de San Telmo es lugar de encuentro obligado para los vecinos del barrio, así como también de visita imperdible para los cientos de turistas que día a día se acercan a conocerlo.
Visitar un lugar detenido en el tiempo
Visitar el mercado es aventurarse a un paseo que rememora la Buenos Aires de antes. Realizar las compras del día, buscar algún condimento que no es sencillo encontrar en otro lugar, o simplemente dejarse llevar entre los puestos de antigüedades, artesanías, discos o juguetes viejos, es una experiencia ecléctica, que toma lo mejor de cada rubro para hacer de ello una combinación nueva y única. Este rejunte de propuestas disímiles son el gran atractivo del paseo.
¿Cúando ir?
Si bien el Mercado está abierto de martes a domingos, los días de semana es probable que algunos puestos estén cerrados. Los domingos es el día con más puestos en funcionamiento pero con grandes multitudes ¿Día ideal? El sábado. Es la mejor opción para pasear y comprar. Horarios: martes a viernes de 10:30 a 19:30 h. Sábados, domingos y feriados de 9 a 20 h.
¿Cómo comprar?
Se acepta sólo efectivo.
¿Una perlita?
Disfrutar de un alto en el Coffee Town para probar exclusivos cafés que no se encuentran en el circuito comercial. El lugar es atendido por baristas de la escuela de café ¡Dejarse asesorar para disfrutar de lo mejor!
Un poco de historia
El Mercado fue inaugurado en febrero de 1897 con el objetivo de abastecer de los víveres necesarios a la nueva ola de inmigrantes que llegaba a la ciudad desde el Viejo Continente. El edificio conserva su estructura interna original, formada por vigas, arcos y columnas de metal con techos de chapa y vidrio. En el centro se alza una gran cúpula. El proyecto es de Juan Antonio Buschiazzo (1845-1917), el segundo arquitecto en obtener su título en Buenos Aires. Buschiazzo llegó de Italia a los cuatro años y durante la intendencia de Torcuato de Alvear se desempeñó como Director de Obras Públicas de la Ciudad. Diseñó bancos, hospitales, residencias y edificios gubernamentales, y fue uno de los principales responsables del proyecto de Avenida de Mayo. En el año 2000, el Mercado fue declarado Monumento Histórico Nacional por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
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